En estos 8 años conectando marcas con clientes aprendimos 8 grandes lecciones:
1. El cliente siempre tiene la razón…
¿Y la agencia? ¡También! Este primer punto se resume en una palabra: empatía. El cliente siempre tiene la razón de sus quejas, él está viendo las cosas desde su perspectiva, la cual no es mejor ni peor que la nuestra, simplemente es diferente y debe ser respetada, al igual que la nuestra. Nosotros, como agencia, vemos simplemente un reporte con números y datos, el cliente es quien espera fin de mes para ver la realidad detrás de esos reportes. Así que aprendimos a respetar la perspectiva de los clientes, pero también a hacer respetar nuestra posición para que el cliente entienda de qué manera podemos ayudarlo, qué somos, pero principalmente, qué NO somos.
2. Los fans no se compran.
Tener seguidores ha sido nuestro objetivo por mucho tiempo para ayudar a nuestros clientes. Con el tiempo aprendimos que tener seguidores es una consecuencia de transmitir contenido de valor y transmitir contenido de valor es una consecuencia de que el cliente se enfoque en lo que su cliente necesita. En resumen, aprendimos que un fan no tiene precio, un fan se construye día a día a través de la experiencia detrás de cada producto o servicio.
3. Ser la mejor agencia creativa no es un objetivo, es una consecuencia.
Y con esto no queremos decir que hoy lo seamos, simplemente descubrimos que no debe ser nuestro motivador, ser creativos y cada vez más creativos será el resultado de mejorar continuamente nuestra manera de generar valor a nuestros clientes y para ello necesitamos humanos inspirados con cada proyecto, alineados con la energía transformadora que puede tener un cliente con propósito. Ser una agencia creativa será una consecuencia en la medida que nos enfoquemos en crear las condiciones necesarias para que sacar el artista que hay detrás de cada partner.
4. Objetivos claros, amigos para siempre.
«Sino sabemos a dónde vamos, mejor no nos movamos». La falta de objetivos claros nos ha ocasionado inconvenientes con algunos clientes y el motivo es simple, si no tenemos un objetivo en común, no podemos medir el éxito real de nuestras acciones. Al igual que cualquier servicio, los resultados pueden ser algo muy relativo si no dejamos claro lo que el cliente necesita y de qué manera podemos ayudarlo a satisfacer su necesidad.
5. No somos la mejor agencia para todos.
No todos los clientes son buenos clientes para twiiti y twiiti no es la mejor opción para todas las empresas, así que aprendimos a decir no cuando creemos que no podemos ayudar a un cliente o simplemente cuando sentimos que no hay buen feeling.
6. Nuestros servicios no te hacen vender más.
Más de 200 clientes han pasado por nuestras manos, muchos de ellos esperando algún tipo de milagro de nuestra parte y nosotros esperando encarnarnos en «el divino niño». Pero aprendimos que, aún hoy en día:
La fuente número 1 de generación de ventas en el mundo entero no son las redes sociales, sigue siendo el boca a boca un contundente 70%. Así que nosotros no somos la causa de vender más, lo es su producto. Nosotros estamos en la punta del iceberg, ahí en ese post o ese video que tenga la capacidad de transmitir el valor del producto o servicio.
7. Nada se pierde, todo se transforma.
Durante mucho tiempo trabajamos pensando que las campañas u otro tipo de proyectos una vez terminados, estaban terminados. Pero descubrimos que en realidad los proyectos no tienen fin ya que cuando finaliza inmediatamente debe ser transformado en un mejor objetivo, con nuevas métricas para seguirlo mejorando infinitamente; siempre buscando la manera de mejorar lo que alguna vez comenzó y transformarlo una y otra vez, analizando, produciendo y mejorando; analizando, produciendo y mejorando… ahora lo llamamos «el bucle creativo».
8. Pero nuestro principal aprendizaje fue darnos cuenta que no sabemos nada.
Sí, vivir inmersos en pleno mundo digital nos ha dado la oportunidad de aprender que el conocimiento es efímero, que mientras te estás certificando en el uso de una nueva herramienta, otra nueva está naciendo.
Entonces decidimos vivir en un eterno proceso de aprendizaje, sin manuales ni recetas preestablecidas para conectar marcas y clientes y hacer que cada día sea como nuestro primer día.
Decidimos someternos a nuestro Sistema de Inteligencia Intwiitiva el cual es operado por la energía transformadora y creativa que habita en cada uno de los humanos que hacemos posible que Twiiti hoy cumpla 1 año más de vida conectando.