
El vaivén de correos, llamadas y hasta reuniones, cuando no se tienen las cosas claras son una pérdida de tiempo. Y no hablemos de “no perder el tiempo”, porque esto no va guiado a funcionar como máquinas y acelerar los procesos a granel. Se trata de ahorrar tiempo en el sentido de tener las cosas claras y la cancha rayada desde el inicio, para que el video que pedís o qué hacés se produzca de la manera más armónica, desestresada y fiel posible.
A raíz de esto tendrás más tiempo, ya sea para rascarte o para seguir trabajando, eso es cosa tuya, hablemos de producción:
Quién no ha enviado o recibido un mail que diga: quiero un video para mi empresa, ¿cuánto me cobrás?
Como si fuera lo mismo un video de una sola toma, que recrear una escena de Star Wars con tu logo.
Eso está mal y, peor aún, que te pidan un precio estimado sobre algo que no se sabe qué es. Caso en el que ambos pueden salir perdiendo, el cliente, porque su video no salió como quería, y el productor, porque le pidieron más cosas de las que entraban en su presupuesto.
Entonces, para evitarte estos malentendidos (o que el productor ni siquiera responda tu “cotización”) te dejo este formulario, donde tenés todos los datos que se deben tomar en cuenta para pedirle un video a los productores o, en todo caso, para que se los envíes a tu cliente y lo llene para poder hacerle una cotización.
Es súper fácil. Tan fácil que nadie lo hace (sabia frase) y después estamos con esas idas y venidas perdiendo el entusiasmo por el proyecto.
¿Qué tiene de bueno esto? Que te aclara todo el panorama, si creés que sabés lo que querés quizás estás equivocado y llenando esto te vas a dar cuenta, porque tenés los ítems y cantidades que entran en toda cotización, cantidad de actores, contratados o no, extras, locaciones, duración del video, formato / formatos del video, versión corta y/o larga, días de producción, elementos de utilería, maquillaje, etcétera.
Y te digo en serio que, si no haces uso de esto, vas a seguir perdiendo valiosos minutos de tu vida.