Detrás de un spot, tenemos: un guion creativo que ha pasado por las manos de decenas de personas, desde la agencia creativa y todos sus involucrados, hasta el gerente de marketing de la empresa y, finalmente, llega al CEO de la empresa, quien generalmente tiene la última palabra para ver si se aprueba esa producción.
Pero no termina ahí, antes de que nuestro CEO lo apruebe, se lo deberá mostrar a un par de amigos, a la esposa y a los hijos, porque, lógico, el ojo de un millennial es clave hoy en día.
Luego de este proceso burocrático, podemos proceder a ejecutar la producción y todo lo que conlleva: casting, locaciones, directores de todo tipo, maquillistas, camarógrafos, luces y todo el tremendo equipo que se requiere para llegar a obtener esa producción que el pequeño millennial hijo del dueño terminó sugiriendo.
Pregunta:
¿Cuándo fue la última vez que un amigo tuyo te compartió uno de estos videos? O vos, ¿cuándo fue la última vez que compartiste con algún amigo uno de esos spots?
Si sos de los que no puede responder a estas preguntas, la razón es simple: el objetivo del marketing de ese tipo de marketing es llegar a más personas y a tu subconsciente le vale madre ese objetivo.
Por eso quiero que entendamos que las técnicas del marketing de interrupción, no son las que funcionan actualmente.
El objetivo del marketing de interrupción es llegar a muchas personas con un producto. El objetivo del marketing de valor es llegar a las personas adecuadas.
El objetivo del marketing de interrupción es que el spot sea “chistoso”. El objetivo del marketing de valor es que su producto satisfaga las necesidades de su público objetivo.
El objetivo del marketing de interrupción es cantidad. El objetivo del marketing es calidad.
El objetivo del marketing de interrupción es ganarle a la otra agencia con un mejor spot. El objetivo del marketing de valor es ganarle a tu producto de ayer y mejorarlo mañana. Vos sos tu competencia.
Lo que muchos publicistas y marketeros aún no ven es que su competencia ya no es sólo su competencia. Su competencia es la beishu, es un niño saltando en paracaídas, es un auto volando en el espacio, ya que nuestra cantidad de horas de atención sigue siendo la misma hoy que hace 20 años… con la diferencia que ahora somos más de 7 billones de canales de generación de información, que hace 10 años.
Antes veíamos los Picapiedras a la hora y en el canal que se nos imponía.
En síntesis, si querés seguir enfocando el éxito de tu negocio en estrategias de marketing de interrupción, es tu decisión, pero se consciente que de poco o nada le va ayudar a tu marca y a tus objetivos de negocio, porque todo aquello que nos interrumpe lo bloqueamos.
Por otro lado, si decidís enfocarte en tu producto, en crear una experiencia alucinante para tus clientes, implementar plataformas tecnológicas de punta, es probable que logres que nosotros los consumidores, los nuevos marketeros, y porque no, la beishu, te ayudemos a difundir tu mensaje. Porque los mensajes de calidad, los mensajes que llegan a las personas correctas en el momento correcto son los que valen la pena compartir.